Hábitos de consumo “e-corresponsable” de tecnología (A4C44B1D01)

Introducción. El concepto “e-corresponsable”.

En este documento se presenta un breve marco conceptual en torno al término “e-corresponsable”, que hace referencia a la necesidad de asumir responsabilidades sobre las acciones que el consumo de tecnología digital pueda tener a nivel social y ambiental. Desde esa perspectiva, el concepto integra tres vertientes.

En primer lugar, la ambiental (“eco-responsable”), con relación a los impactos sobre el entorno natural de los procesos ligados a la producción, comercialización, mantenimiento y desecho de los dispositivos tecnológicos y las infraestructuras que le dan soporte. Estos impactos han sido descritos en videos y documentos anteriores, por ejemplo, los videos del nivel A1 “Procesos de fabricación de recursos tecnológicos” y “Materias primas para el desarrollo de la tecnología”; el video del nivel A2 “El consumo energético de los dispositivos tecnológicos (la huella de tu email)”; o el documento del nivel A2 “Impactos ambientales de la tecnología”.

Por tanto, en este texto nos centraremos en las acciones propositivas de diseño, producción, comercialización y consumo que puedan abrir camino hacia vías de actuación menos impactantes con el entorno.

Por otro lado, la vertiente social debe considerarse también como eje central del concepto. Ser “corresponsable” implica entender nuestro papel como elementos interrelacionados dentro de una sociedad, en la que las acciones individuales pueden tener repercusiones tanto para el entorno como para otras personas. Por tanto, esta perspectiva debe ser tenida en cuenta para reflexionar sobre nuestros comportamientos individuales, pero también para plantear intervenciones colectivas de incidencia política.

El tercer eje del concepto hace referencia a la relevancia del sector tecnológico a nivel económico y social en nuestras sociedades contemporáneas, de ahí la importancia de tener en cuenta la “e” de electrónico en el concepto “e-corresponsable”.

VÍDEO

PROCESOS DE FABRICACIÓN DE RECURSOS TECNOLÓGICOS

e.digitall.org.es/A4C44A1V03

VÍDEO

MATERIAS PRIMAS PARA EL DESARROLLO DE LA TECNOLOGÍA

e.digitall.org.es/A4C44A1V0

VÍDEO

EL CONSUMO ENERGÉTICO DE LOS DISPOSITIVOS TECNOLÓGICOS (LA HUELLA DE TU EMAIL)

e.digitall.org.es/A4C44A2V03

DOCUMENTO

IMPACTOS AMBIENTALES DE LA TECNOLOGÍA

e.digitall.org.es/A4C44A2D01

Atención

En suma, debemos ser responsables y corresponsables tanto ambiental como socialmente a la hora de ejercer nuestro papel como personas consumidoras y usuarias de tecnología, tanto a nivel individual como colectivamente.

La eco-responsabilidad en el sector empresarial

La toma de decisiones para adquirir hábitos social y ambientalmente responsables en el consumo y uso de tecnología digital no debe recaer solamente en las personas usuarias o consumidoras de bienes y servicios tecnológicos. Al contrario, buena parte de esa responsabilidad debe enfocarse tanto en las instituciones encargadas de la legislación específica como en las empresas del sector de la tecnología digital.

Como ya vimos en documentos anteriores, ya hay en marcha diversas iniciativas institucionales que ponen el foco en la necesidad de diseña los productos y dispositivos tecnológicos teniendo en cuenta los posibles impactos ambientales y sociales de su ciclo de vida completo, por ejemplo, la propuesta del Parlamento Europeo que promueve el derecho a reparar (Parlamento Europeo, 2022).

Nota

Otras iniciativas a destacar serían las distintas metas relacionadas con la contribución a la transición ecológica de los dispositivos digitales incluidas en las metas de la Comisión Europea (2021).

Estas disposiciones implican que cada vez más empresas de distintos ámbitos y sectores busquen implicarse en las propuestas de eco-responsabilidad en sus actividades. Según un informe de la Cámara Oficial de Comercio de España en Bélgica y Luxemburgo (2022), cada vez más empresas europeas se están implicando en la transformación de procesos productivos y comerciales en una apuesta por la eco-responsabilidad. Esta apuesta obedece, principalmente, a cuatro razones:

1 |  Imagen. Las personas consumidoras hoy día prestan cada vez más atención a los detalles sobre el origen y procesos productivos de lo que compran y es más probable que compren sus productos o servicios si saben que su empresa se preocupa por su impacto en el medio ambiente y la sociedad.

2 |  Ahorro. La aplicación de acciones concretas busca que la sostenibilidad ambiental de los procesos, como reducción, reciclaje, reutilización o gestión del consumo energético, por ejemplo, puede permitir ahorrar dinero a medio, e incluso a corto plazo.

3 |  Criterios de evaluación. Los enfoques que buscan optimizar el uso de la energía y reducir el impacto ambiental y la sostenibilidad en general, son ahora criterios importantes en la evaluación y calificación de las empresas. Muchos inversores, como el banco HSBC, por ejemplo, ahora sólo financian proyectos con un rigor en la evaluación del impacto social y ambiental demostrado.

4 |  Captación de talento. Debido a la creciente concienciación ambiental en ciertos sectores sociales y formativos, muchos futuros empleados son más propensos a trabajar en empresas con una sólida reputación social y ambiental. En otras palabras: para ser un imán de nuevos talentos, hay que ser verde.

Pero, ¿cómo puede transformar una empresa su funcionamiento en eco-responsable? Más allá de planes concretos de sostenibilidad o gestión ambiental como los basados en las normas ISO 14000, que aseguran ciertos estándares ambientales que pueden ser constatados en procesos de certificación, hay algunos sencillos pasos concretos que cualquier compañía puede poner en marcha de forma autónoma para promover procesos eco-responsables de producción y comercialización.

Más allá de los consabidos procesos de reducción en el uso de materiales; separación y reciclaje de residuos; reutilización de recursos y gestión del gasto de agua y energía, hay otros consejos interesantes para fomentar la eco-responsabilidad de los procesos productivos empresariales.

En primer lugar, se debe fomentar el consumo de energía procedente de fuentes renovables, como paneles solares, viento, biogás o energía geotérmica. En la actualidad, en el marco de la promoción de la Agenda 2030, en el contexto europeo se pueden encontrar multitud de subvenciones y ayudas institucionales para promover la transición energética, y el sector empresarial debe ser clave en la misma.

Por otro lado, la movilidad es otro eje clave a trabajar. Precisamente la tecnología digital permite introducir jornadas de teletrabajo que no sólo ahorrarán tiempo en términos de desplazamientos, sino que también reducirán el impacto ambiental.

A un nivel más concreto y casi anecdótico, hay iniciativas “micro” que pueden ayudar a fomentar la sostenibilidad en las instalaciones y además promover la seguridad y salud laboral, como el uso de plantas verdes para limpiar el aire de los centros de trabajo. En efecto, hay plantas que pueden absorber ciertas sustancias nocivas para la salud (por ejemplo, el benceno y el tricloroetileno).

Por último, se deben destacar los incentivos fiscales como herramienta clave para promover la eco-responsabilidad empresarial. Por ejemplo, podemos destacar aquí la iniciativa del “eco-cheque” que se ha puesto en marcha en Bélgica. El eco-cheque se define como un cheque para la compra de productos y servicios respetuosos con el medio ambiente que una empresa entrega a sus empleados.

Además de una ventaja económica y fiscal concreta, es una oportunidad para adaptar ligeramente su patrón de consumo hacia formas más sostenibles. El eco-cheque permite darse cuenta de que la forma de consumir puede tener un impacto sobre las opciones de: movilidad, las actividades de ocio sostenibles, la reutilización, el reciclaje, la prevención de residuos o la compra de productos locales y circuitos cortos de comercialización.

Por tanto, las opciones de consumo eco-responsable no sólo deben partir de iniciativas individuales, sino que pueden y deben estar favorecidas y fomentadas por apuestas institucionales y corporativas, como hemos visto con los ejemplos anteriores.

El eco-diseño como elemento central del consumo eco-responsable

El eco-diseño es uno de los conceptos clave para concretar el cambio de nuestro modelo de producción y consumo hacia otros menos impactantes a nivel ambiental y social, en la línea de las propuestas afines a la economía circular. A un nivel básico, el eco-diseño consiste en incluir la sostenibilidad ambiental como un criterio fundamental en la fase de diseño de productos y sistemas, como pueda ser la funcionalidad, la seguridad o la ergonomía. El objetivo último del eco-diseño es reducir el impacto ambiental del producto o servicio.

Nota

El concepto ganó popularidad a finales de la década de 1970, principalmente a partir de la publicación de Victor Papanek “Diseñar para un mundo real” (Papanek, 1977). En la actualidad, el concepto ha ganado relevancia hasta el punto de generar la directiva europea de eco-diseño (2005/32/EC).

Esta directiva fue actualizada en el año 2009 (2009/125/EC), y su objetivo principal es definir un marco que establece los requisitos fundamentales de diseño ecológico para los productos que utilizan energía y pueden generar impacto ambiental. Si bien dicha directiva fue considerada como un elemento consultivo y casi accesoria durante la década anterior, en el marco de la Agenda 2030 y el Plan de Acción para la Economía Circular 2020 presentado por la UE dentro del Pacto Verde Europeo, el concepto de eco-diseño se ha convertido en un elemento central.

Tomando como referencia la normativa anterior y el trabajo de diversos grupos de investigación, como puede ser Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona, se pueden destacar diversas iniciativas de desarrollo de productos basados en el eco- diseño en distintos sectores como pueden ser el mobiliario o el de los envases (González-García et al., 2011; Sanyé-Mengual et al., 2014).

En esta línea, existen múltiples herramientas cualitativas y cuantitativas para analizar el perfil ambiental del producto y establecer las consideraciones ambientales. Cada una de estas herramientas será apropiada para unas aplicaciones y circunstancias concretas ya que difieren en complejidad y coste. Entre las metodologías que se pueden aplicar para el ecodiseño de productos/servicios se pueden mencionar las siguientes: Análisis de Ciclo de Vida (ACV), Huella Ecológica, Huella de Carbono, Intensidad Material por Unidad de Servicio, Evaluación del Cambio de Diseño, Demanda Acumulada de Energía, Listas de Comprobación, Matrices de Análisis de Aspectos Ambientales o Valorización de la Estrategia Ambiental de Producto (Cámara de Comercio, 2023).

Atención

Teniendo en cuenta todo lo anterior, queda claro que el eco-diseño puede y debe ser una estrategia central en el proceso de transformación hacia modelos de economía circular que minimicen los impactos sociales y ambientales de nuestros hábitos de producción y consumo y por supuesto, el sector de la tecnología digital debe erigirse en punta de lanza de dicho proceso.

Como ya hemos visto en videos y documentos anteriores, el sector de la tecnología digital debe transformarse hacia modos de producción y consumo más sostenibles ambiental y socialmente, y las propuestas y estrategias centradas en el fomento de la reparabilidad, el reciclaje, la reutilización o el alargamiento de la vida útil, todas vinculadas al eco-diseño, pueden resultar fundamentales en dicha transformación.

Como conclusión, en este documento señalamos la importancia de que la transformación de hábitos de consumo de tecnología hacia un modelo “e-corresponsable” no recaiga únicamente en las personas consumidoras, sino que tanto las instituciones como las empresas y compañías implicadas en el sector promuevan los cambios necesarios a través de estrategias como el eco-diseño.

Saber más

Cámara de Comercio (2023) Ecodiseño: Diseño de Productos-Servicios Sostenibles. https://www.camara.es/innovacion-y-competitividad/como-innovar/diseno-sostenible

DIRECTIVA 2009/125/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO (2009) de 21 de octubre de 2009 por la que se instaura un marco para el establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos relacionados con la energía. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32009L0125&from=LV

Comisión Europea (2021). La Década Digital de Europa: metas digitales para 2030. https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/ priorities-2019-2024/europe-fit-digital-age/europes-digital-decade-digital-targets-2030_es

González-García, Sara, Carles M. Gasol, Raúl García Lozano, M Teresa Moreira, Xavier Gabarrell, Joan Rieradevall i Pons, Gumersindo Feijoo (2014) Assessing the global warming potential of wooden products from the furniture sector to improve their ecodesign, Science of The Total Environment, Volumes 410–411. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S004896971101093X

Parlamento Europeo (2022). Derecho a reparar: el PE quiere productos más duraderos y fáciles de reparar. https://www.europarl.europa.eu/news/es/ press-room/20220401IPR26537/derecho-a-reparar-el-pe-quiere-productos-mas-duraderos-y-faciles-de-reparar

Sanyé-Mengual, E., Lozano, R.G., Oliver-Solà, J.,Gasol, C.M., Rieradevall, J. (2014) Eco-design and product carbon footprint use in the packagingsector, In: Subramanian, S.M.: Assessment ofcarbon footprint in different industrial sectors,Vol. 1, EcoProduction 2014, Springer, Singapore,pp. 221-245. https://www.researchgate.net/publication/276266546_Eco-Design_and_ Product_Carbon_Footprint_Use_in_the_Packaging_Sector