Introducción
Una vez vistos los diferentes tipos de fuentes y herramientas de búsqueda llega el momento de preguntarse: ¿Puedo confiar en mis fuentes? Autores, editores, patrocinadores y promotores influyen en la fiabilidad y credibilidad de los contenidos y de la información.
Identificación del origen de la información
Es importante identificar quién está detrás de la información y considerar si la información que necesitas es válida y fiable.
- Leer la dirección web: la extensión del nombre del dominio puede dar pistas sobre la calidad de la información y el tipo de organización que respalda la información que contiene (Real Academia Española (rae.es), NASA (nasa. gov) etc.) “.edu” hace referencia a instituciones educativas y “.gov” a instituciones gubernamentales estadounidenses, mientras que “.com” se refiere a empresas comerciales, “.org” a organizaciones sin ánimo de lucro, etc. Cuando aparecen caracteres especiales en las direcciones web como ~, % o palabras como users, people o members se está indicando que la información que aparece es de una persona en particular y el contenido corresponde a su opinión personal y no necesariamente representa el de la institución.
- Preguntar por los autores y editores. Identificación de autores: es importante comprobar que aparece el nombre del autor o autores y si facilitan una dirección de contacto. También es útil que aparezca información biográfica sobre ellos o algún tipo de vínculo a páginas del tipo “Quienes somos”, y que aporten datos que avalen sus conocimientos en la materia. ¿Son visibles los datos biográficos, datos de contacto, calificaciones y publicaciones? Datos sobre el editor, patrocinador o desarrollador del sitio. La sección Quiénes somos, Objetivos o Ayuda puede servir para saber la historia del sitio, a quién pertenece y su punto de vista. ¿Hay una dirección física que se responsabilice de la autoría? Fotografías del autor o de las oficinas de la organización. Una declaración de derechos de autor puede ayudar a establecer quién es el propietario. Piensa en cómo llegaste al sitio: ¿era un enlace de confianza? La URL (¿es comercial, pertenece a una organización, a una institución gubernativa...?).
Podemos contar también con herramientas que sirven para autentificar que la persona es realmente quien dice que es. Se han creado sistemas que funcionan como buscadores, en los que poniendo el nombre de la persona que nos interesa el sistema busca todas las identidades que tenga en la web, ya sean vídeos, sitios de redes sociales, blogs, etc.: (PIPL, Yasni).
También contamos con tecnologías de reconocimiento de caras, animales, objetos, etc., que son las que permiten que puedas usar una imagen cualquiera para intentar localizarla a lo largo y ancho de internet. Estos buscadores por imágenes no son nada nuevo ya que la tenemos en aplicaciones como Google Fotos, Google Lens, Lightroom, etc. Mediante una serie de algoritmos que analizan y van peinando cada imagen que se va publicando en internet se pueden detectar una serie de puntos clave que luego se comparan con el resto de archivos para mostrar aquellas que coincidan o puedan ser muy similares.
¿Cómo se hace uso de esta opción? Existen varias alternativas. Por un lado está el buscador de Google, que en su variante Google Imágenes permite arrastrar una fotografía sobre su caja de búsqueda y devolver los resultados que cree más oportunos... si existen. Existen otras opciones como DupliChecker, Tineye o Reverse image search. Una vez que se tiene la imagen y se decide qué opción usar, o bien ir probando por si alguna no diese con la exacta y otro sí, se arrastra o se sube y se espera a que devuelva los resultados. Con suerte no sólo aparecerá la imagen, también el enlace que llevará a la dirección web donde está alojada/publicada.
Las redes sociales también lo ponen fácil: Twitter añadió la función de etiquetar los mensajes para encontrar el perfil que comenzó el hilo de comentarios y conseguir el tuit original. Esto contribuye a determinar qué cuentas son falsas y suplantan la identidad de los usuarios. La etiqueta gris marca el tuit debajo del nombre del autor para distinguirlo de los demás. Asimismo la nueva opción ayuda a detener y regular los abusos de los consumidores al clasificar la cuenta del propietario del comentario. En Facebook: prueba a iniciar sesión en Facebook. com, utilizando tu cuenta. Escribe el nombre de la página para la cual quieres identificar el dueño en el campo de “Búsqueda”. Verifica la página para buscar pistas que indiquen quién es el dueño de la página, en la sección de “información” que se encuentra del lado izquierdo de la página. Haz clic en la pestaña de “info” para obtener más datos. Lee detenidamente la página para obtener información acerca de su propietario. Además, puedes mandar un mensaje a la dirección de correo electrónico que figura en la página o visitar el sitio web para obtener más datos acerca del dueño de la página. Puedes ampliar información de este tema con estas lecturas:
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Comprobación de fuentes de información
A la hora de evaluar la calidad y validez de la información encontrada en la web podemos seguir estas recomendaciones de Alan November y su estrategia REAL:
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- Utilidad: ¿la información de la página es útil para el tema que investigo o del que necesito información? ¿Se corresponde con mi nivel de conocimiento y responde a mis necesidades informativas? ¿Está correctamente redactada y los contenidos se presentan de manera clara, sin errores gramaticales, ortográficos o tipográficos? ¿Proporciona recursos y enlaces adicionales que funcionan y son de interés? Si la información publicada proviene de otras fuentes, ¿están claramente identificadas?
- Actualidad: ¿se indica cuando se publicaron los contenidos? ¿Son actuales, están vigentes. Los sitios web de calidad no sólo indican cuando han creado la página sino que la revisan y actualizan permanentemente. Si la página está al corriente y es actualizada regularmente (como se indica en la página) y los enlaces (de haberlos) también están actualizados. Mira si el contenido es actual, original, correcto (bien escrito), tiene un razonamiento lógico y si cita sus fuentes de información.
- Propósito: ¿la información es objetiva? ¿Cuál es el propósito del recurso? ¿Informar, explicar, vender, persuadir...? ¿A qué tipo de público parece estar dirigido? ¿La información del sitio contradice la hallada previamente en otros sitios? Busca un enlace titulado “Acerca de este sitio” en la página principal: Allí debería haber una clara declaración de objetivos que permita evaluar la fiabilidad de la información. Ten en cuenta el medio en el cual se publica dicho contenido por si pudiese haber algún tipo de sesgo en la información o publicidad.
No te quedes con el primer resultado. Busca, compara y revisa y usa la búsqueda avanzada.
Verifica las credenciales del autor del texto que estás leyendo y busca información sobre él en internet. Echa un vistazo a lo que ha escrito antes, comprueba qué tipo de credenciales tiene. Mira si tienen una web, una cuenta de Twitter y un perfil de LinkedIn. Toda esta información se volverá muy relevante si estás tratando de averiguar su credibilidad como escritor. Con respecto al análisis de sus datos, puede que el autor que la información no tenga un sesgo particular, pero la organización que financia dicha recopilación de datos podría haberlos sesgado. ¿Se proporciona información de contacto? Si la única identificación disponible de los autores o de la página web es reticente a ser conocida, sospecha de la fiabilidad de la página. Muchas webs ofrecen contenido valioso sin mencionar al autor. Entonces, ¿cómo puedes estar seguro de lo que dicen? En este escenario, debes evaluar la web en sí y la empresa que la respalda. Si detrás de la web existe una persona u organización de buena reputación, debe haber algún email o página de contacto.
Debemos permanecer alerta en todo momento para discernir la verdad de la ficción. Afortunadamente, hay muchas señales de advertencia de que el sitio que estás visitando puede estar divulgando información falsa. Solo necesitas saber qué indicios buscar cuando estás haciendo una investigación en línea.
Verifica estos cinco indicios antes de confiar en la información de un sitio web:
1 | La Información es demasiado buena para ser cierta: una de las formas más comunes de difundir información falsa es tomar información verdadera y exagerarla o quitarle sus matices. Si un sitio promueve afirmaciones exageradas sin proporcionar evidencia igualmente convincente, es muy probable que esté publicando información errónea y que valga la pena encontrar otra fuente.
2 | La redacción es de baja calidad: incluso la mejor fuente puede cometer un error tipográfico o dos, pero si la redacción está llena de errores graves, mayúsculas aleatorias, o una elección de palabras parece estar sesgada, esto es una señal de que la fuente es poco confiable Un texto de baja calidad es una advertencia de que la información también puede ser de baja calidad. Si la pieza que estás leyendo está llena de errores o sesgos claros, es recomendable encontrar otra fuente.
3 | La página no cita sus fuentes: citar las fuentes no se trata solo de dar crédito, sino de respaldar un trabajo y permitir que el lector verifique fácilmente esas afirmaciones. Para ser claros, las fuentes pueden venir en múltiples formas, incluyendo hipervínculos, citas de personas relevantes y referencias a fuentes de buena reputación en el propio texto. Algunos incluso pueden tener notas de pie de página y citas en el texto.
4 | Encontraste la página en medios poco confiables: la información falsa muchas veces se transmite de persona a persona, lo que significa que tiene una fuerte presencia en las redes sociales. Aunque los motores de búsqueda pueden arrojar resultados con páginas cuestionables, las redes sociales siguen siendo el lugar más significativo para la difusión de información falsa en línea. Los enlaces que encuentras a través de las redes sociales deben tratarse con sospecha, especialmente si no han sido compartidos por un experto. Pero incluso los enlaces en los motores de búsqueda pueden ser poco confiables. Una forma sencilla de saber si un enlace es confiable o no es a través de NewsGuard, un servicio independiente que revisa fuentes y, mediante etiquetas, señala posibles problemas en el contenido de una fuente.
5 | La información no se puede verificar: siempre debes hacer una doble verificación de cualquier información que encuentres en internet, incluso de fuentes con buena reputación. Si no puedes verificar la información, o la única verificación proviene de fuentes sospechosas, no consideres la página.
Evita ser engañado. Una manera fácil de probar y verificar la información es encontrar la fuente primaria. Usa las citas para rastrear de dónde vino la información originalmente. Algunas veces encontrarás que los sitios simplemente se enlazan entre sí. Otras veces existe una fuente original, pero es poco confiable, como un comunicado de prensa o palabras de alguien que no es experto en el tema. Si buscas la fuente primaria e investigas por ti mismo, es mucho más difícil que seas engañado
Definición e identificación de parcialidad. La parcialidad está estrechamente relacionada con la credibilidad de la fuente, que tiene dos dimensiones, experiencia y confiabilidad (O’Keefe, 2002; Pornpitakpan, 2004; Lee, 2005). La experiencia se refiere a la probabilidad de que la fuente sepa lo que es verdad, mientras que la confiabilidad se refiere a la motivación de la fuente para decir la verdad. Por lo tanto, la experiencia significa la capacidad de proporcionar información correcta, mientras que la confiabilidad significa la intención de hacerlo. Podemos considerar a un médico como una fuente competente de mensajes relacionados con la salud y, por lo tanto, como un experto, pero si el médico ha sido sorprendido por mentir en el pasado, podemos cuestionar su confiabilidad. Es probable que la credibilidad de la fuente esté asociada con la parcialidad de la fuente. En comparación con una fuente parcial, es probable que una fuente imparcial se considere más creíble debido a la falta de razones de interés propio para transmitir un mensaje. Una fuente renuente no tiene motivos de interés propio para transmitir un mensaje, pero puede generar sospechas sobre los verdaderos motivos para transmitir el mensaje.
- ¿Quién es el autor? Idealmente, el autor debe ser una autoridad en el área temática. Esto significa que deben poseer una calificación relacionada o ser bien conocidos dentro de su campo profesional. Y por lo general tendrán un historial de publicación de trabajos similares. Si no puede encontrar ninguna información relevante sobre el autor, vea la fuente con escepticismo.
- ¿Quién es el público objetivo? Una fuente creíble generalmente estará dirigida a académicos o especialistas en un campo determinado. Las fuentes dirigidas a una audiencia general pueden estar bien, especialmente si se citan claramente, pero por lo general habrá disponible una fuente académica o de la industria más adecuada.
- ¿De dónde es? Las mejores fuentes suelen ser las publicaciones académicas. Las revistas académicas, por ejemplo, son revisadas por pares, lo que significa que los artículos que contienen han sido aprobados por expertos en el campo. En comparación, un artículo en un blog o una página de Wikipedia puede ser menos riguroso. Y los artículos en sitios de noticias o en periódicos pueden depender de cuán confiable sea la publicación individual.
- ¿Cuándo se publicó? Para ciertos temas, las fuentes recientes suelen ser mejores. En las ciencias, por ejemplo, es mejor centrarse en la investigación disponible más reciente, ya que es probable que esté actualizada.
- ¿Proporciona documentación de respaldo? Una fuente confiable proporcionará evidencia para respaldar sus afirmaciones. Esto puede consistir en datos en tablas, gráficos o ilustraciones, especialmente para la investigación científica.
- ¿Cita sus propias fuentes? La escritura académica confiable debe citar sus propias fuentes ¿El artículo o libro que utiliza su cliente incluye una lista de referencias, bibliografía o citas? De lo contrario, es posible que no sea una fuente adecuada para la escritura académica.
- ¿Está libre de prejuicios? Una fuente puede estar sesgada si el autor, la publicación u otras partes involucradas se benefician de las conclusiones que extrae. Por ejemplo, un informe sobre el impacto de los desechos plásticos en el medio ambiente realizado por una empresa que fabrica plástico puede no ser confiable porque la empresa tiene un interés personal en los resultados.
Verificación de la información
En un mundo globalizado y con un gran acceso a herramientas de comunicación, casi cualquier persona puede crear y distribuir información con un simple clic. El contenido informativo no siempre lo elaboran expertos o periodistas; no siempre está verificado previamente. A veces por mala intención, a veces por desconocimiento, lo cierto es que nos llega información no contrastada que puede ser falsa. Debemos estar bien atentos: el hecho de fijarnos en algunas cuestiones del contenido o en quién firma una información y qué pretende publicándola puede ayudarnos a separar el grano de la paja. Recopilamos aquí algunas claves para verificar cualquier texto que nos llegue:
1 | Sospecha. El primer paso para que no te la cuelen siempre es sospechar. No se trata de ser cínicos y ponerlo todo en tela de juicio, sino de ser críticos y no creérnoslo todo sin aplicar el sentido común y nuestros conocimientos previos.
2 | Lee con atención. Siempre vamos demasiado rápido consumiendo información y éste es un comportamiento propicio para que nos tomen el pelo. Es importante frenar un poco y leer detenidamente. ¿Hay algo raro? Algunas cosas muy llamativas pueden levantar sospechas: demasiadas faltas de ortografía, la fecha no es actual, etc.
3 | Caza las mentiras con el método PANTERA y el método FIRST, y ESCAPA.
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4 | Utiliza las herramientas. Google nos ayuda a saber si alguien más está hablando del tema y comprobar quién o qué medio publica la información. Además, también puedes comprobar si alguien más se hace eco de esa información y acudir a los verificadores como Maldito Bulo, Newtral, EFE Verifica, Verificat, AFP Factual o muchos otros. Te recomendamos que le eches un ojo a la Guía para la alfabetización mediática en verificación digital. Si la información te llega a través de redes sociales, también te enseñamos en qué más debes fijarte para verificar. La herramienta Fotoforensics sirve para analizar si una imagen ha sido manipulada. Fotoforensics no arroja un veredicto concluyente, sino que nos aporta datos sobre las áreas de los objetos y su color que nos ayudan a extraer conclusiones respecto a la manipulación de la imagen. Youtube Data Viewer y Proyecto InVid son otras opciones o herramientas interesantes.
Google Maps: puede ayudarnos a descubrir muchas cosas sobre la localización y la fecha de un vídeo. Sus aplicaciones como los mapas de las calles de ciudades que ofrece Google Street View o las imágenes por satélite de Google Earth. Si nos dicen que un vídeo está filmado en una determinada zona, calle o punto, podemos comprobar con Google Street View si las fachadas, las calles o el paisaje coinciden.
5 | Corta la cadena. Es muy importante actuar con responsabilidad y no compartir por WhatsApp, redes sociales o de cualquier otra manera una información que sea sospechosa o falsa. Y si detectas que alguien lo hace, avisa y enseña cómo lo has comprobado. No viralices las mentiras, sino el conocimiento sobre verificación.
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