Mensajes no aceptables en la red (A2C25C2D01)

¿Qué son los delitos en la red?

La ciberdelincuencia o delito informático es el acto por el que se cometen una serie de fraudes o crímenes haciendo uso de las computadoras y del entorno digital. Sin embargo, la irrupción de la tecnología no supone la aparición de estas acciones ilegales. El desarrollo de Internet tan solo supone la extensión de las actividades delictivas anteriormente existentes, aunque se incorporan algunos elementos criminales novedosos.

Hay que tener en cuenta que, al ser un delito online, este pierde su carácter local. Por tanto, la jurisprudencia puede ser muy difusa, lo que dificulta la aplicación de la ley.

 

¿Dónde ocurre exactamente el cibercrimen?

 

A pesar de ello, se puede luchar contra los delitos informáticos, ya que los cibercriminales dejan huellas sobre su identidad y ubicación. No obstante, para conseguir combatirlos de forma eficaz es necesaria la cooperación internacional a través de los tratados internacionales sobre ciberdelincuencia.

Ejemplos de delitos que se pueden cometer en la red

La mayoría de los ciberataques y delitos en la red son ataques a la información sobre individuos, entidades, instituciones y gobiernos y abarcan un gran espectro de actividades ilegales.

Estos ataques tienen dos elementos en común: se apoyan en la importancia que internet y los dispositivos conectados tienen en nuestra vida, y en la vulnerabilidad y fragilidad que poseen algunos hechos que, a priori, podrían parecer sólidos, como nuestra identidad individual.

A continuación, se exponen algunos ejemplos de delitos que se pueden cometer en la red.

Suplantación de identidad

El Código Penal describe este delito como el hecho a través del cual “una persona usurpa totalmente la identidad de otra, durante un periodo prolongado de tiempo y engañando a terceros”, con el fin de obtener “algún beneficio económico o causar un perjuicio a terceros”. 

Comprar productos a tu nombre, tomar el control de tus cuentas obteniendo tarjetas, préstamos o beneficios estatales, así cómo obtener documentos como pasaportes, son algunos de los delitos que buscan realizar los ciberdelincuentes al tratar de apropiarse de cualquier identidad que les permita cometer fraudes ilegales.

Ciberacoso y ciberbullying

Es el acoso, intimidación psicológica u hostigamiento digital que se produce de forma mantenida en el tiempo, utilizando para ello los medios digitales de comunicación (redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea, plataformas de juegos en línea, correo electrónico…).

El stalking y el sexting son dos figuras delictivas que ya están recogidas en el Código Penal.

Nota

Stalking:

Acción que realiza una persona que vigila, persigue y acecha a su víctima, alterando “el normal desarrollo de su vida cotidiana”, estableciendo o intentando establecer contacto con ella a través de cualquier medio de comunicación.

Nota

Sexting:

Envío de mensajes, vídeos o fotos de contenido erótico y sexual producidos y grabados por uno mismo, a través de dispositivos móviles conectados (redes sociales, correos electrónicos y otro tipo de medio de comunicación digital). El riesgo está en que, una vez enviado, este contenido puede ser utilizado de forma perniciosa y perjudicial por terceros. También recibe el nombre de sexting cuando la víctima es grabada sin su consentimiento y ese material es enviado y compartido por otros.

Phishing

Entre los mensajes no aceptables en la red y que podrían constituir un delito, está el phishing. Se trata de una técnica de ingeniería social que consiste en el envío de emails que suplantan la identidad de compañías o entidades públicas, con el fin de engañar al usuario que, inocentemente, facilita su información personal y bancaria (u otros datos sensibles) creyendo que se trata de una comunicación oficial.

También es habitual el envío de correos electrónicos con archivos adjuntos que infectan el equipo de la persona que lo recibe, logrando así acceder (y robar) a su información personal.

Otra forma de estafar a la víctima mediante phishing es a través del envío de SMS o portales webs, aparentemente confiables, que en realidad no lo son.

Chantaje

Hace referencia a la presión o amenaza de difamación pública que se hace sobre una persona con el fin de obtener un beneficio o de obligarle a actuar de un modo determinado.

Normalmente, suele utilizarse la amenaza de hacer pública cierta información (o contenido audiovisual) que pueda ser perjudicial para su imagen. Con el uso de internet, el chantaje agrava las molestias y consecuencias que puede tener para las víctimas que, en la mayoría de las ocasiones, suelen ser adolescentes o personas que no cuentan con la información necesaria sobre cómo funcionan las redes sociales (no protegen adecuadamente sus perfiles sociales ni el contenido que comparten) y los peligros de la red (son poco conscientes del riesgo que entraña un uso imprudente de los medios sociales digitales).

Sextorsión

Acción de amenazar a una persona con hacer público a través de la red contenido sexual de ésta. También conocido como porno venganza, esta técnica de chantaje se vale del miedo que genera en la víctima el alcance y repercusión que puede tener ese contenido con el potencial de las redes sociales, por lo que las consecuencias y malestar que ocasiona en la víctima son devastadoras.

El perpetrador, normalmente, amenaza con publicar imágenes comprometedoras de la víctima si esta no le proporciona más material similar, si no le paga o si no participa en actos sexuales propuestos por el amenazador. Si bien la sextorsión no está recogida en el Código Penal como delito, sí lo están otras acciones ilegales de esta extorsión: abuso sexual, daños al honor, revelación de secretos o explotación sexual, entre otros.

Grooming

Entre los mensajes no aceptables se encuentran los que se utilizan a través de internet, teléfono o cualquier otra tecnología de la información y la comunicación con el fin de contactar con un menor y proponerle concertar un encuentro con el fin de cometer una agresión sexual.

También se denomina grooming a la acción de embaucar al menor para que le facilite contenido pornográfico. Este proceso suele comenzar a través de la creación de un vínculo de confianza entre el adulto acosador y la víctima (menor de edad).

Atención

La educación en la prevención de delitos desempeña un papel fundamental. Si bien los jóvenes son denominados como «nativos digitales», lo cierto es que la escasa conciencia del riesgo y el peligro que pueden tener debido a su edad les hace configurarse como un colectivo especialmente vulnerable y objetivo de acosadores.

Injurias y calumnias

Las injurias hacen referencia a la publicación de expresiones o comentarios que dañan la reputación y dignidad de la persona afectada. Las calumnias, por su parte, son las falsas imputaciones de un delito a otra persona, sabiendo que esas acusaciones no son verdaderas. 

Estos delitos atentan principalmente contra el derecho al honor.

Las redes sociales más habituales en las que se cometen los delitos de injurias y calumnias son WhatsApp, Facebook y Twitter.

Si estás siendo víctima de injurias o calumnias a través de redes sociales, recuerda no eliminar ninguna prueba, conserva los comentarios a través de capturas de imagen (con el fin de que sea más sencillo perseguir e identificar al autor de los comentarios no aceptables), y no dudes en bloquear y reportar al usuario que consideres que está cometiendo un acto abusivo.

Las redes sociales cuentan con sus propios recursos y mecanismos de denuncia para frenar los actos delictivos de los usuarios que hacen un uso inapropiado de las plataformas sociales digitales.