Creación de video (A3C31A1D07)

Creación de video

Todos hicimos de pequeños dibujos en páginas de un cuaderno que al pasarlas rápidamente nuestro dibujo se animaba y adquiría movimiento. Esto, que se llama filoscopio, representa lo que es en realidad el vídeo, pues podemos entender una secuencia de vídeo como una sucesión de imágenes que se superponen lo suficientemente rápido para que nuestro cerebro aprecie un movimiento donde no lo hay.

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La película de culto Pesadilla antes de Navidad (1993) fue creada mediante una técnica conocida como stop-motion, que no es más que ir tomando imágenes secuenciales de objetos estáticos para aparentar movimiento.

De forma digital, podremos obtener vídeo por varias vías: bien usando esta forma clásica de animación, es decir, a través de imágenes que un programa nos transformará en vídeo (por ejemplo, Blender (blender.org)) o bien grabándolas nosotros mismos.

Para realizar nuestras propias grabaciones de vídeo necesitamos disponer de un equipo de grabación. Estos sistemas pueden variar entre sí enormemente en función del resultado final que busquemos, pero todos tienen en común que no solo son capaces de grabar vídeo, sino que, además, también nos van a registrar e integrar el sonido. Es decir, van a estar compuestos, al menos, de una cámara y un micrófono.

Lógicamente, estos equipos van a variar enormemente entre sí y de ello depende la calidad del vídeo resultante. En el caso de la imagen, hablaremos de su resolución. Así, ya son habituales los teléfonos móviles con los que podemos grabar vídeo, pero estos sistemas están limitados por un lado por las dimensiones del móvil y, por otro lado, por la capacidad de almacenamiento. Es decir, están preparados para grabar vídeos de baja calidad (o baja resolución) ya que, para que los teléfonos sigan siendo pequeños, no pueden llevar sistemas de grabación potentes, pero, si los llevaran, la calidad del vídeo superaría su capacidad de almacenamiento

Por otro lado, sistemas de grabación más profesionales, como las videocámaras o las cámaras réflex, nos van a permitir grabar vídeo de elevada calidad/resolución, ya que disponen de mejores sistemas para capturar vídeo y audio, pero además pueden presentar funcionalidades adicionales como, por ejemplo, estabilizadores de imagen para evitar temblores o sistemas de infrarrojo para grabar por la noche.

Después de grabar un vídeo, podemos recurrir a diversos programas que nos van a permitir editar el resultado obtenido de forma digital y obtener así un vídeo más acorde con lo que buscamos. Como ocurría durante la grabación, también vamos a encontrar gran variabilidad en los programas de edición de vídeo. En este punto, hemos de tener en cuenta que uno de los factores limitantes en la edición de vídeo es la resolución a la que se ha grabado, por tanto, si un vídeo se ha grabado a alta resolución, siempre podremos reducir su calidad, pero no podremos aumentar su resolución si el vídeo fue grabado a baja resolución.

Así, los editores más sencillos, los que podemos encontrar en teléfonos móviles o en los propios equipos portátiles de grabación, no nos van a dar muchas posibilidades. Por ejemplo, es común que estos editores incorporen un sistema que permita, al menos, recortar las partes del vídeo que no nos interesan.

No obstante, si queremos realizar una edición algo más completa, como variar el ángulo de grabación, ajustar los colores de la imagen, usar filtros o insertar texto, deberemos hacerla desde un PC, donde podremos recurrir a programas de edición (como Kdenlive (kdenlive.org/es) que nos permitirán prácticamente modificar el vídeo a voluntad.