Parámetros de ajuste para la compresión de audio (A3C31A2D09)

Compresión de audio

La compresión de audio es un proceso que permite reducir el tamaño de un archivo de audio sin afectar significativamente su calidad. Esto se logra mediante el uso de ciertos parámetros de ajuste que permiten determinar qué partes del audio se mantienen y cuáles se descartan, sin afectar la calidad de sonido percibida por el oyente. Esto se logra mediante la eliminación de redundancias y la codificación de la señal de audio de una manera más eficiente.

Existen diferentes algoritmos y técnicas de compresión de audio, cada uno con sus propios parámetros de ajuste. Algunos de los parámetros más importantes en la compresión de audio son: la tasa de bits, la frecuencia de muestreo, el tipo de codificación y el tipo de compresión.

Tasa de bits

La tasa de bits se refiere a la cantidad de información que se utiliza para codificar el audio y tiene un impacto directo en la calidad del archivo comprimido. Cuanto mayor sea la tasa de bits, mejor será la calidad del audio, pero también aumentará el tamaño del archivo. La tasa de bits puede ser variable, lo que significa que se ajusta dinámicamente en función de la complejidad de la señal de audio, o fija, lo que significa que se utiliza una tasa de bits constante para toda la señal de audio. Una forma de lograr la compresión del audio es reduciendo la tasa de bits, lo que implica eliminar cierta información del audio original. Esto se puede hacer de forma imperceptible para el oído humano, lo que permite obtener archivos más pequeños sin sacrificar demasiado la calidad del sonido. Sin embargo, si se reduce demasiado la tasa de bits, la calidad del sonido puede verse afectada de forma perceptible. Por lo tanto, es importante encontrar un equilibrio entre la calidad del sonido y el tamaño del archivo al comprimir audio. Las tasas más utilizadas son la de 16 bits, que permite codificar un total de 65.536 niveles posibles para cada muestra, y la de 24 bits, que alcanza los 16.777.216 niveles.

Frecuencia de muestreo

La frecuencia de muestreo se refiere a la cantidad de veces que se toma una muestra de la señal de audio por segundo. Cuanto mayor sea, mejor será la calidad del sonido, pero también se necesitará más espacio para almacenar el archivo. La frecuencia de muestreo típica para un audio de calidad es de 44.1 kHz o 48 kHz (estándares introducidos con la estandarización del formato CD). Dado que la máxima frecuencia audible por el oído humano sano es de 20 kHz, una frecuencia de muestreo por encima de 40 kHz garantiza, en teoría, una calidad suficiente para que la señal no se perciba comprimida.

Tipo de codificación

El tipo de codificación se refiere a la forma en que se representa la información del audio en el archivo comprimido para que pueda ser transmitido o almacenado de manera eficiente. Algunos de los tipos de codificación más comunes son MP3, AAC y WAV. Cada uno de estos tipos de codificación tiene sus propias ventajas y desventajas en cuanto a calidad y tamaño del archivo. La elección del tipo de codificación dependerá de la finalidad de su uso, pues el tipo de codificación afecta directamente al tamaño del archivo resultante y la calidad del sonido.

Tipo de compresión

El tipo de compresión se refiere a la forma en que se lleva a cabo el proceso de compresión. Los tipos de compresión más comunes son la compresión con pérdida y la compresión sin pérdida.

  • La compresión sin pérdida reduce el tamaño de un archivo de audio sin sacrificar la calidad del sonido. Un ejemplo de este tipo de compresión es el formato FLAC (Free Lossless Audio Codec), que permite reducir el tamaño de un archivo de audio sin pérdida de calidad.

  • La compresión con pérdida reduce el tamaño de un archivo de audio sacrificando cierta calidad del sonido. Un ejemplo de este tipo de compresión es el formato MP3, que es
    muy común en la reproducción de música en dispositivos móviles y en la descarga de música en internet.

  • La compresión con pérdida adaptativa es similar a la compresión con pérdida, pero permite ajustar el nivel de compresión en función de la complejidad de la señal de audio. Esto permite lograr una mejor calidad de sonido en señales con una mayor complejidad, como voces humanas, sin sacrificar demasiado la calidad de sonido en señales más simples, como el sonido de un instrumento. Un ejemplo de este tipo de compresión es el formato Ogg Vorbis.

La compresión con pérdida permite obtener archivos más pequeños, pero también puede causar una cierta pérdida de calidad en el audio. La compresión sin pérdida, por su parte, mantiene la calidad del audio original, pero no permite obtener archivos tan pequeños. Es conveniente encontrar un equilibro en función de las necesidades.

Saber más

Si quieres saber si puedes distinguir entre compresión con y sin pérdida en distintos archivos de audio, te puede interesar el libro Compresión de audio y vídeo de Cliff Wootton. (Editorial Anaya Multimedia, ISBN: 978-84-415-1972-5).