Principios de la salud digital (A4C43A1D01)

Introducción

En el presente documento se aborda el concepto de salud digital, la e-salud y sus diferencias y similitudes. Aunque son conocidos los beneficios que pueda aportar la tecnología a la salud y el bienestar, se identifican las principales diferencias, a un nivel básico, entre los riesgos y amenazas relacionadas con la salud digital a nivel psicológico, físico y/o social.

Introducción al concepto de salud digital

En los temas relacionados con la salud y el mundo digital, existe poca evidencia acerca de los beneficios y daños que tienen las soluciones digitales sobre la salud y el bienestar de las personas. Sin embargo, en el presente documento intentaremos facilitar la identificación de las repercusiones que la tecnología pueda tener sobre nuestra salud.

La salud digital es un concepto creado para relacionar el NOTA impacto positivo o negativo que tienen las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) (desde ordenadores portátiles, inteligencia artificial hasta dispositivos ponibles) sobre la salud y el bienestar de las personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2012 se ha conceptualizado del término de salud digital, que incluye el uso de tecnología para mejorar la salud y otros campos relacionados con la misma. Según la OMS, la salud digital comprende desde los consumidores digitales hasta la robótica, considera dispositivos inteligentes y conectados y abarca diferentes usos de las tecnologías para la salud, como el internet de las cosas, el aprendizaje automático, la inteligencia artificial, la informática avanzada y el análisis de grandes volúmenes de datos.

Nota

Salud digital: concepto que abarca el impacto que tiene el uso y empleo de las TIC sobre la salud y el bienestar.

La salud digital no sólo se caracteriza por aplicar diferentes herramientas tecnológicas en la salud, sino que también implica un cambio en la práctica sanitaria y asistencial. Por ello, su objetivo es promover y potenciar una mejor asistencia sanitaria mediante el uso de la tecnología. Así, podemos decir que este concepto ha supuesto la transformación digital de los sistemas de salud, provocando reformas a nivel legal, administrativo y financiero.

La digitalización de la salud nos permitirá prevenir enfermedades, e incluso detectarlas en fases tempranas, mantener una atención más efectiva y de calidad, reducir los costes de la atención sanitaria y hacer un seguimiento personalizado de la salud de las personas, ya sea por el médico de cabecera o por la propia autogestión de la salud.

Desde la Comisión Europea se espera que la salud digital promueva la participación de las personas en la gestión de su propia salud, haciendo énfasis en el estilo de vida y en la prevención y conectando los diferentes agentes y sectores del sistema de salud y la asistencia social para mejorar las situaciones de emergencia, las epidemias, los procedimientos y, sobre todo, para reducir las deficiencias de la atención sanitaria actual.

En esta línea, aproximadamente desde el año 1999, ha existido un término relacionado con la salud digital que ha generado confusión, usándose de manera errónea como sinónimo; hablamos del concepto de la e-salud o e-health.

La e-salud se define como una rama dentro de la salud digital. Abarca las TIC como herramientas empleadas en el entorno sanitario en materia de prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento, así como en la gestión de la salud, ahorrando costes al sistema sanitario y mejorando la eficacia de este. La principal diferencia entre ambas es que las iniciativas de la e-salud no se originan desde el paciente, como ocurre en la salud digital. Además, las categorías dentro de la e-salud están más  elacionadas con el tratamiento informático de datos sanitarios, incluyendo en el término herramientas como:

  • El registro médico electrónico o historial de la clínica electrónica.
  • La telesalud (incluida la telemedicina).
  • El aprendizaje o formación digital a distancia, también conocido como e-Learning.
  • La educación continua en tecnologías de la información y la comunicación.

Atención

E-salud y salud digital no son sinónimos, sino que la primera es una rama dentro de la segunda.

Sin embargo, a pesar de todos los beneficios que nos pueda a aportar la tecnología, también puede tener un impacto negativo sobre la salud y el bienestar, ya sea de forma directa o indirecta sobre su uso diario.

Dentro de los diferentes riesgos y amenazas que puede provocar el uso de la tecnología, nos encontramos con los conceptos de adicción digital y ciberacoso. Sin embargo, también se tratarán otras amenazas digitales relacionados con la e-salud y el tratamiento de datos.

Amenazas digitales relacionadas con la e-salud

La rápida evolución de las TIC ha provocado una serie de cambios a los que hay que adaptar el sistema sanitario. Uno de ellos es la privacidad de las personas usuarias, ya que el tratamiento de esta información es un aspecto altamente sensible. Por ello, cada vez más, los gobiernos y entidades públicas relacionadas con la salud y la seguridad trabajan en un almacenamiento más seguro para los datos de la población. En esta línea, el uso de las nuevas tecnologías y el almacenamiento de los datos en la nube es una mejora de la salud digital, ya que permite y promueve la salud participativa en la ciudadanía mediante la visualización y la compartición de los datos de su salud, facilitando la atención y la gestión sanitaria.

La incorporación de tecnologías que interactúan con el medio físico y que pueden ser monitorizadas y controladas remotamente (parches “inteligentes” de insulina, marcapasos programables a través de redes inalámbricas, prótesis para compensar discapacidades físicas, etc.) han posicionado la salud y la afectación directa a la vida de las personas como un riesgo mucho más preocupante. Algunos ejemplos recientes, como el hackeo de marcapasos y bombas de insulina, así lo demuestran.

Saber más

Las principales amenazas consideradas se enfocan en la adicción digital y el ciberacoso.

Atención

La privacidad con respecto a los datos de salud de las personas usuarias es un tema altamente sensible y necesario de tratar.

Nota

Estos avances también suponen un reto para la seguridad, ya que estos sistemas deben de hacer frente a la lucha de hackeos o fugas que puedan provocar que información personal relacionada con el estado de salud de una persona sea pública. Por ello, a nivel nacional y europeo, se trabaja en leyes que protejan la información personal. Así la salud digital debe someterse al Reglamento Europeo de Protección de Datos y a la Ley de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales, que afectan a los profesionales sanitarios, hospitales, clínicas, y centros médicos que manejan toda esta información. Esta normativa se relaciona con la confidencialidad de los datos médicos, mejorar la calidad de los datos, hacer uso del consentimiento del paciente en todo momento, mantener informado al paciente sobre su diagnóstico y tratamiento.

La complejidad del nuevo contexto tecnológico hace que el número de actores involucrados en el ciclo de vida de los nuevos procesos digitales sea tan extenso que algunos de ellos ni siquiera son conscientes de su influencia e interacción con estos procesos y, consecuentemente, no están incorporando los controles de seguridad suficientes en sus funciones ni en las tecnologías que proporcionan.

A las carencias existentes en las tecnologías del internet de las cosas hay que añadir que algunos de los nuevos servicios de teleasistencia o de monitorización remota de las personas contemplan el uso de los teléfonos móviles particulares de los consumidores/clientes como fuente de información (biometrías, geoposicionamiento, generación de alertas, etc.), sin calibrar adecuadamente el que no sean dispositivos de precisión especializados ni fiables.

Saber más

Las tecnologías englobadas en el internet de las cosas incluyen la teleasistencia o la monitorización remota de la salud de las personas.

Además, a la complejidad y carencias anteriores, hay que sumar las carencias existentes en los edificios desde los que se prestan estos servicios, bien sean fábricas donde se construye tecnología médica, farmacéuticas donde se producen medicamentos, centros de atención sanitaria o cualquier otro tipo de instalación relacionada con servicios de medicina y salud en general. Buena parte de esas instalaciones han incorporado tecnologías inteligentes conectadas a internet para optimizar sus recursos (calefacción, iluminación, control de accesos, ascensores, video vigilancia, mantenimiento preventivo, etc.) y esas tecnologías pueden tener, a su vez, vulnerabilidades que pueden ser explotadas remotamente. Vulnerabilidades que, además de afectar al funcionamiento del edificio, pueden facilitar el acceso a personas no autorizadas que incluso alteren los procesos que allí se desempeñan, llegando a impactar en la salud de los consumidores finales.

Riesgos y amenazas de la tecnología en la salud digital

Riesgos y amenazas a nivel físico

Un uso inadecuado de la tecnología puede afectar en gran medida a nuestra salud física. Esta afectación se debe, principalmente, a tiempos de uso excesivos o a mantener una postura inadecuada. Esta situación puede producirse tanto en entornos laborales como en nuestro hogar o en espacios de ocio. Algunos de los problemas que podemos sufrir son:

  • Daño en la vista: la utilización de pantallas durante periodos muy largos de tiempo puede causar problemas en nuestros ojos como ardor, lagrimeo o enrojecimiento. Esto es debido, en gran parte, a la luz azul de los LED que forman la pantalla, cuya exposición afecta a la retina. También cabe destacar otro gran problema como es la fatiga ocular, que es ocasionada por una disminución en la frecuencia con la que parpadeamos. Así mismo, estos problemas relacionados con la vista pueden, a su vez, ocasionar dolor de cabeza.

  • Espalda y cervicales: el uso prolongado de dispositivos tecnológicos provoca que los hombros estén habitualmente inclinados hacia delante y que las cervicales se mantengan en tensión durante  periodos de tiempo, lo que provoca la aparición de contracturas.

  • Síndrome del túnel carpiano: un uso prolongado del teclado y el ratón puede provocar este síndrome. Sucede cuando el nervio que va desde el antebrazo a la mano se comprime a su paso por el túnel carpiano, una zona de ligamentos que se encuentra bajo la palma de la mano. Dicha afección suele provocar adormecimiento, entumecimiento o pérdida de fuerza y movilidad en la muñeca afectada, entre otros.

Nota

Además, las infraestructuras como los edificios no están preparados para los avances tecnológicos, ya sea por la conectividad ya sea por Wi-Fi, Bluetooth u otras alternativas.

Los problemas anteriores afectan directamente a diferentes partes de nuestro cuerpo, pero también debemos tener en cuenta que un abuso en el uso de la tecnología también puede derivar en un estilo de vida sedentario. Esto puede suponer un riesgo para nuestra salud a nivel general, siendo la causa de múltiples enfermedades como la obesidad, problemas de corazón o el colesterol elevado.

Atención

Un uso inadecuado de los dispositivos tecnológicos puede dar lugar a diferentes riesgos y amenazas a nivel físico, social y psicológico.

Riesgos y amenazas a nivel social

El empleo de las nuevas tecnologías a nivel social puede ser positivo siempre que no se dejen de lado las actividades de la vida cotidiana como estudiar, hacer deporte, salir con amigos y estar en familia, entre otros. Cuando su uso es desmedido y descontrolado, puede dar lugar a una serie de riesgos:

  • Aislamiento social: la adicción a redes sociales, videojuegos o diversas aplicaciones puede generar que el usuario acabe aislándose del mundo; lo que le afectará en sus relaciones interpersonales con amigos, familiares, compañeros... En casos de adolescentes puede llegar a influir negativamente en el desarrollo de sus habilidades sociales. Por ejemplo, con la pérdida del contacto físico o la dificultad para apreciar emociones y gestos.

  • Falta de relación con el mundo real: el uso desmesurado de las TIC puede llevar al individuo a abstraerse totalmente del mundo en el que vive, creando una desconexión total con su entorno. En muchos casos, la mayor parte de la realidad que perciben se correspondería con la realidad digital.

Atención

Un uso desmedido de las nuevas tecnologías puede dar lugar a una serie de riesgos sociales como el aislamiento social o la falta de relación con el mundo real.

Riesgos y amenazas a nivel psicológico

La tecnología también presenta un gran impacto en la población a nivel psicológico. Los riesgos y trastornos psicológicos derivados de la tecnología son más comunes en la población adolescente. Entre los diferentes riesgos y amenazas destacan:

  • Nomofobia: es un problema cada vez más habitual en la sociedad. Se define como el miedo irracional a estar sin el dispositivo móvil, ya que muchas personas presentan una dependencia total hacia su dispositivo. Esta situación puede provocar dolor de cabeza o estómago, ansiedad, estrés y, en casos más graves, puede provocar el desarrollo de trastornos mentales como trastornos obsesivos.

  • Síndrome de la llamada imaginaria: este problema hace referencia a la sensación de que el teléfono está vibrando y sonando, aunque no sea así, provocando el impulso de tener que mirar el dispositivo. Este problema se debe a que el cerebro relaciona cualquier impulso que recibe con el móvil.

  • Dependencia de internet: este tipo de dependencia viene provocada por el uso continuo que se le da a esta red informática por el contenido que nos aporta y que nos permite utilizar nuestro smartphone, las redes sociales, los chats, las páginas de contactos, etc. Esta dependencia puede provocar el desarrollo de problemas de ansiedad, estrés, alteraciones de conducta o aislamiento.

  • Problemas de inseguridad: el uso frecuente de dispositivos móviles para hacer uso de redes sociales puede provocar que las personas comiencen a compararse con otras personas, o quieran aparentar una vida ideal a través de estas plataformas, pudiéndose exponer a críticas, así como la necesidad de obtener un feedback de las redes sociales como los “Me gusta”. Todos estos factores pueden provocar en las personas daños psicológicos como malestar que promuevan el desarrollo de ansiedad, depresión o trastornos alimenticios.

  • Tecnoestrés: otro riesgo que puede provocar el uso de la tecnología en la población es el tecnoestrés. Este problema es la falta de habilidades para tratar con la tecnología de forma saludable. Esto puede provocar altos niveles de ansiedad y frustración en la persona y también el desarrollo de actitudes negativas hacia la tecnología. Algunas personas también pueden presentar cierto miedo a estos dispositivos, resistencia a hablar e incluso pensar en ella, y tener pensamientos hostiles y agresivos hacia el mundo de las TIC.

Los profesionales de la salud también refieren otros riesgos de la tecnología que pueden influir en la vida diaria de una persona, como son: problemas de sueño, necesidad de las TIC para sentirse conforme con uno mismo/a, falta de concentración, problemas de comunicación o aumento descontrolado del tiempo de uso.

Atención

La dependencia , la nomofobia o el síndrome de la llamada, son algunos de los riesgos psicológicos por el uso excesivo de la tecnología.

Saber más

Principio Activa. Qué es la salud digital y la e-salud. principioactiva.com
Salud Digital. Fundación Carlos Slim. saluddigital.com