CONCEPTOS Y OBJETIVOS DE LA FORMACIÓN
La formación según los autores se define como…
… ‘aquel proceso de aprendizaje que implica la adquisición de habilidades, reglas o actitudes, a fin de mejorar la actuación’.
… ‘un conjunto de actividades cuyo propósito es mejorar el rendimiento presente o futuro, aumentando su capacidad a través de la mejora de sus conocimientos, habilidades y actitudes’.
La formación y el perfeccionamiento del personal consiste en un conjunto de actividades cuyo propósito es mejorar su rendimiento presente o futuro, aumentar su capacidad a través de la mejora de sus conocimientos, habilidades y actitudes.
El rendimiento de una persona empleada puede ilustrarse con la siguiente fórmula:
R = f (Conocimientos, Habilidades, Actitudes, Situación)
Se busca la formación cuando una deficiencia del rendimiento puede atribuirse a los conocimientos, habilidades y actitudes de la persona trabajadora. Para descubrir las deficiencias del rendimiento nos hacemos las siguientes preguntas (Barba et al., 2003):
La formación trata de eliminar las deficiencias de rendimiento, ya sean las presentes o las que se anticipen, que hace que el personal sea menos eficiente de lo deseado.
Podemos distinguir dos tipos de formación:
Tener unos RRHH formados va a representar una ventaja competitiva muy poderosa y de difícil imitación por la competencia.
La formación nos va a permitir tener gente:
El objetivo básico de la formación es el indicado anteriormente: capacitar al personal para que realicen las tareas y mejoren en la realización de éstas. No obstante, otros objetivos que también puede cubrir la formación son:
- Establecer canales de comunicación dentro de la organización.
- Motivar al personal.
- Formar a las personas susceptibles de promoción para que ésta pueda hacerse efectiva.
- Homogeneizar la cultura de la empresa, de forma que todos compartan valores y objetivos.
- Comunicar a la plantilla los objetivos de la organización.
DIAGNÓSTICO DE LAS NECESIDADES DE FORMACIÓN
El objetivo de la fase de determinación de las necesidades de formación es decidir si se necesita formación.
La empresa no debe formar por formar, sino que ha de formar en aquello que el personal necesita para realizar mejor su labor. Para ello, antes de iniciar cualquier actividad de formación, se han de identificar claramente las necesidades de formación de las personas que trabajan en la empresa. Estas necesidades se determinan en función de resultados, son los conocimientos necesarios y los poseídos ya por la fuerza laboral. De nada sirve formar una persona en control estadístico del proceso si éste no sabe realizar operaciones básicas en matemáticas.
formacion
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En el caso en que sea necesaria la formación, se debe disponer de la información necesaria para diseñar el programa.
Las necesidades se dan en tres diferentes niveles (Mondy y Noe, 1997):
- de empresa.
- del puesto de trabajo y sus tareas.
- del individuo.
ELABORACIÓN DE UN PLAN DE FORMACIÓN
El éxito en la implantación de programas de formación y perfeccionamiento depende de la elección de los medios adecuados para el personal y desarrollado bajo las condiciones adecuadas.
En términos más concretos, las preguntas que siguen a continuación y que pueden guiar al departamento de RRHH podrían ser:
- ¿Por qué formar?
- ¿En qué formar?
- ¿A quién formar?
- ¿Cómo formar?
- ¿Cuándo formar?
- ¿Dónde formar?
No hay que olvidar que todo plan de formación debe incluir un proceso de Evaluación de la formación.
Respondiendo a estas preguntas tendremos elaborado el plan de formación. Las tres primeras preguntas habrán de haber sido respondidas en la realización del diagnóstico de la formación. En cuanto a las otras tres preguntas, tenemos lo siguiente:
¿CÓMO FORMAR?
Habrá que elegir los métodos y técnicas de formación más eficientes en función del nivel del alumnado. Algunas de las formas más comunes de formación son las siguientes:
¿CUÁNDO FORMAR?
La principal cuestión a resolver en este aspecto será si realizar la formación en el tiempo de trabajo o fuera de él. El personal preferirá que la formación se realice dentro de la jornada laboral. Si la formación se realiza fuera del horario laboral, entonces demandarán que ese tiempo sea remunerado como horas extraordinarias. La dirección podrá argumentar que la formación al ser beneficiosa para la plantilla, no tiene por qué ser totalmente a costa de la empresa. El nivel que ocupan las personas que reciben la formación va a incidir sobremanera en la respuesta a esta cuestión. El equipo directivo normalmente no se va a oponer a recibir formación fuera de la jornada laboral, mientras que la plantilla de base, los cuales pueden tener jornadas verdaderamente agotadoras, sí se van a oponer a recibir formación fuera del horario de la jornada laboral.
¿DÓNDE FORMAR?
Aquí el dilema surge si la formación se realiza dentro de la empresa (puede ser en el puesto de trabajo o fuera del puesto como por ejemplo en una sala de formación dentro de la empresa) o fuera de la empresa. Los motivos para escoger podrán ser de varios tipos: Disponibilidad de espacio, ubicación de materiales necesarios para prácticas, disponibilidad de los formadores.
EJECUCIÓN Y EVALUACIÓN DE LA FORMACIÓN
Una vez que se han diagnosticado las necesidades de formación y se ha establecido un plan de formación, hay que llevarlo a cabo.
La persona o personas responsables de hacerlo pueden ser (García y Sabater, 2004):
Las cualidades que ha de tener la persona que imparte la formación son:
- Buen conocimiento de la materia que trata.
- Capacidad para saber transmitir este conocimiento.
- Buenas habilidades interpersonales y sociales.
Fase de evaluación (García y Sabater, 2004):
Una vez terminada la formación y ejecutado el programa de formación diseñado, sólo nos quedará evaluar la efectividad del programa de formación, esto es, ver si se han alcanzado los objetivos deseados, ver si se están utilizando las nuevas habilidades, analizar si se han asimilado los nuevos conceptos, etc.
Con mucha frecuencia las personas participantes, que quieren cambiar sus conductas actuales mediante la formación, al volver al trabajo se dejan llevar por sus antiguas pautas de comportamiento. Esto disminuye en gran medida la efectividad del programa de formación.
Un error grave al diseñar los programas de formación es no establecer sistemas, políticas o programas de seguimiento definidos para asegurarse de que las personas que han sido formadas utilicen efectivamente en el trabajo los conocimientos, las habilidades y las actitudes que acaban de adquirir.
La efectividad del programa de formación puede ser medida en términos monetarios o en términos no monetarios: Se mida como se mida, es importante que el criterio que se utiliza refleje las necesidades para las que dicho programa se diseñó.
Se pueden distinguir dos aspectos: a) analizar si la formación ha servido para hacer que las personas formadas conozcan y sepan aplicar los nuevos conocimientos, y b) analizar si esto ha servido para mejorar los resultados empresariales.
Para realizar la evaluación existen distintos métodos:
¿Qué es exactamente lo que vamos a medir?
LA GESTIÓN DE LA CARRERA PROFESIONAL
La carrera profesional se define como:
“La sucesión de actividades laborales y puestos de trabajo desempeñados por una persona a lo largo de su vida, junto con las actitudes y reacciones asociadas que experimenta”.
Las dos ideas principales de esta definición son: trabajo y tiempo
La carrera profesional se puede estudiar desde un punto de vista individual (ascensos, expectativas…) y desde el punto de vista organizativo (logros del empleado / a, historial de sueldos…).
Es preciso señalar que mientras que la planificación de la carrera profesional es responsabilidad exclusiva de la persona, la gestión de la carrera profesional es una responsabilidad que comparten la persona y la organización.
Desde el punto de vista de la organización, la planificación de la carrera tiene tres objetivos principales (Byars y Rue, 1997):
- Satisfacer oportunamente las necesidades inmediatas y futuras de RRHH de la organización.
- Informar mejor a la organización y a la persona acerca de las trayectorias potenciales que ofrece aquélla.
- Aprovechar al máximo los programas actuales de RRHH, integrando en los planes de la organización actividades que permitan relacionar, asignar, desarrollar y dirigir las carreras individuales.
La gestión y planificación de la carrera profesional se relacionan con otras actividades de recursos humanos:
NECESIDADES Y OBJETIVOS DE LA PLANIFICACIÓN DE LA CARRERA PROFRESIONAL
Son muchos los fines del desarrollo del potencial de la fuerza laboral. Si bien el desarrollo suele relacionarse con la mejora de capacidades intelectuales y emocionales, existen otros objetivos relacionados con los recursos humanos que pueden lograrse, tales como:
- Aumentar la satisfacción de la persona con su puesto de trabajo y mejorar la calidad de vida en el trabajo.
- Ayudar al personal a descubrir nuevos intereses.
- Aumentar la efectividad del rendimiento de la fuerza laboral en el puesto de trabajo.
- Evitar que queden obsoletos los conocimientos, habilidades y actitudes de la plantilla.
- Mantener el entusiasmo de la fuerza laboral.
El desarrollo de las personas que trabajan en la empresa es algo mucho más amplio que la adquisición de una habilidad concreta. Por tanto, es esencial que se den varias condiciones para que esto tenga lugar:
Filosofía empresarial que fomente el desarrollo y que esté bien respaldada por la alta dirección | + | Comprensión real de la naturaleza del desarrollo |
LA PLANIFICACIÓN DE LA CARRERA CENTRADA EN EL INDIVIDUO Y EN LA ORGANIZACIÓN
Las carreras individuales y organizativas no están separadas ni son distintas. Una persona que no puede seguir con su plan de carrera individual dentro de la organización tal vez salga de la compañía tarde o temprano. De manera que las organizaciones deben ayudar a su personal en la planeación de carrera para que ambos puedan satisfacer sus necesidades.
BIBLIOGRAFÍA
- Barba y col. (2003): “Introducción a la Administración de Empresas”, Morpi.
- Byars, LL. y Rue, L. (1997): “Gestión de recursos humanos”, McGraw-Hill, Madrid.
- Dolan et al., (2007): “La gestión de los recursos humanos”, McGraw-Hill, Madrid.
- Gan, F. (1996): “Manual de programas. Desarrollo de recursos humanos ”, Ediciones Apótrofe SL, Barcelona.
- García Tenorio, J. y Sabater, R. (2004): “Fundamentos de dirección y gestión de recursos humanos”, Thompson Editores, Madrid.
- Mondy, RW, y Noe, RM (1997): “Administración de recursos humanos”, Prentice-hall Iberomericana, SA
- Pardo, Manuela y Luna, Roberto (2007): “Recursos humanos para el turismo”, Prentice Hall, Madrid.
- Valle, R. (2003): “La gestión estratégica de los recursos humanos”, Sala Prentice, Madrid.