Manual de Lenguaje Inclusivo

Introducción

Manual de Lenguaje Inclusivo, pautas para hablar con propiedad sobre discapacidad física y orgánica
Logo de COCEMFE, Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica

COCEMFE es una ONG sin ánimo de lucro constituida en 1980. Su propósito es conseguir una sociedad inclusiva que garantice el ejercicio pleno de los derechos de las personas con discapacidad física y orgánica. Coordina, representa e impulsa al Movimiento Asociativo de personas con discapacidad física y orgánica en España, formado por 92 entidades estatales, autonómicas y provinciales, que a su vez representan a más de dos millones y medio de personas con discapacidad y aglutinan a más de 1.600 asociaciones

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Esta unidad se ha creado a partir del manual de COCEMFE "Lenguaje Inclusivo: Pautas para el uso de un lenguaje correcto, respetuoso y consensuado para referirse a las personas con discapacidad física y orgánica y comunicar de manera no sexista".

Discapacidad física y discapacidad orgánica

COCEMFE aúna a las personas con discapacidad física y orgánica, aunque no siempre se entiende conceptualmente esta diferenciación:

La discapacidad física hace referencia a la disminución o ausencia de funciones motoras o físicas, que a su vez repercute, en el desenvolvimiento o forma de llevar a cabo determinadas actividades en una sociedad que presenta severas limitaciones y barreras. Por ello, las personas con discapacidad física encuentran dificultades en la realización de movimientos, deambulación o en la manipulación de objetos y puede afectar a otras áreas como el habla o la deglución. 

 La discapacidad orgánica es una discapacidad física, en este caso producida por la pérdida de funcionalidad en uno o varios sistemas corporales (de forma generalizada o localizada en órganos específicos), debida al desarrollo de condiciones de salud crónicas y por la existencia de barreras sociales que limitan o impiden la participación social plena y el ejercicio de derechos y libertades en igualdad de oportunidades. 

Es una discapacidad invisibilizada que conlleva tratamientos, cuidados y síntomas muy intensos, puede abarcar diferentes enfermedades, trastornos o síndromes, y generalmente suelen desarrollar comorbilidades y pluripatología. Por ejemplo, es el caso de enfermedades renales (riñón), hepáticas (hígado) cardiopatías (corazón), fibrosis quística (pulmones), enfermedad de Crohn y enfermedades metabólicas (aparato digestivo); linfedema (sistema linfático), hemofilia y coagulopatías (coagulación de la sangre), enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas (aparato locomotor), enfermedades autoinmunes como el lupus (sistema inmune); cefaleas, migrañas, alzhéimer, párkinson, trastornos del sueño, fibromialgia o síndrome de fatiga crónica (sistema nervioso central), entre otras muchas más. 

Terminología sobre discapacidad

Término más adecuado: persona con discapacidad

Por eso es importante anteponer la palabra "persona" y lo más aconsejable es utilizar el término "persona con discapacidad" y no "discapacitado". 

  Clasifica en verdadero o falso

  • Las personas no son "discapacitadas", sino que tienen una discapacidad

  • "Persona discapacitada" es el único término válido y consensuado que contempla la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas aprobada y ratificada por España

  • Usamos el término "normal" para referirnos a las personas sin discapacidad

  • Se recomienda usar el término "persona con discapacidad" en lugar de "discapacitado"

  • Los términos "personas especiales", "otras capacidades", o "capacidades diferentes" son eufemismos que tienen una connotación condescendiente y se deben evitar

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Términos no adecuados: inválido, minusválido, disminuido, retrasado, tullido, mutilado...

Además del argumento anterior ("ante todo somos personas y no queremos etiquetas"), se añaden connotaciones negativas que incorporan estos términos en su significado o utilización. Estos términos son peyorativos y vulneran la dignidad de las personas con discapacidad, al atribuirse un nulo o reducido valor a una persona, o utilizarse generalmente con elevada carga negativa.

Es importante no herir con nuestras palabras a otras personas, no menospreciar ni minusvalorar sus capacidades, aunque a veces no son las palabras empleadas sino la intención con la que se emplean.

Términos desaconsejados: "diversidad funcional", "otras capacidades", "capacidades diferentes", "personas especiales"

COCEMFE considera que estos términos son eufemismos, cargados de condescendencia que generan confusión, inseguridad jurídica y rebajan la protección que todavía es necesaria.

Todas las personas somos diversas, la diversidad es aplicable a todas las personas. Por tanto, además de ser ambiguo, hace invisible a este grupo social y oculta su realidad. Al ser tan genéricos, no se entiende bien a qué se refieren estos términos. Además, con ellos, se resta valor a la problemática que supone tener una discapacidad, ya que están poniendo la discapacidad al mismo nivel que la habilidad que tienen todas las personas para desempeñar unas u otras actividades.

Como se refleja en el primer apartado, el término discapacidad es el que aglutina derechos reconocidos legalmente y que cuenta con el mayor respaldo social. En ninguna ley se habla de diversidad funcional, por tanto, al menos en tanto no haya un reconocimento y amparo legal para esta expresión, es mejor emplear el término discapacidad.

Sinónimos: grupo social, grupo de personas

Muchas veces necesitamos sinónimos en nuestros escritos u exposiciones para no ser reiterativos con el término “persona con discapacidad”; en este caso desde COCEMFE optamos por “grupo social”, porque permite reforzar la idea de que las personas con discapacidad somos parte de la sociedad y somos ciudadanos y ciudadanas con derechos. Otras alternativas serían “grupo de personas” o “colectivo”

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No utilizar la discapacidad como sustantivo

En lugar de sustantivar adjetivos, debemos utilizar otros términos absolutos, poniendo la palabra "persona" delante. Por ello, debemos huir de mencionar a las personas con discapacidad como "el discapacitado, la ciega, los epilépticos, una tetrapléjica", etc. y hacerlo de la siguiente manera: "persona con discapacidad, con ceguera, con epilepsia, con tetraplejia". Tampoco se deben utilizar los términos "discapacitado orgánico" o "discapacitado físico" sino "persona con discapacidad orgánica" o "persona con discapacidad física".

No utilizar descripciones negativas o sensacionalistas

Debemos eliminar las descripciones negativas o sensacionalistas de la discapacidad de una persona. No diremos "sufre de", "una víctima de", "padece de" o "afectado/a". Por ejemplo, una persona no "padece fibrosis quística", sino que "tiene fibrosis quística". Estas acepciones suscitan una compasión no deseada, y lo que deseamos obtener no es eso sino una aceptación social fundada en el respeto hacia sus derechos como ciudadanos y cuidadanas. Tampoco se deben utilizar expresiones como "postrado en una silla de ruedas", "condenado a...", sino "persona en cama" o "persona usuaria de silla de ruedas" o que "utiliza silla de ruedas".

 Asocia cada término con su grupo correspondiente

Correcto

    Incorrecto

      No somos superhombres, ni supermujeres

      Normales somos todos/as

        Clasifica en verdadero o falso

      • Usamos el término "normal" para referirnos a las personas sin discapacidad

      Glosario de soluciones inclusivas con las personas con discapacidad

      Agradecimientos

      Nuestro agradecimiento a Lara y Alexandra, socias de COCEMFE Región de Murcia, por su colaboración.